El recorrido de un día por los Siete Días Mundiales del Patrimonio de Katmandú presenta una convergencia distintiva de historia, cultura y espiritualidad en un espacio geográfico compacto. Lo que hace que este recorrido sea verdaderamente único es la densidad y diversidad de sitios de patrimonio que abarca. En un solo día, los viajeros atraviesan milenios de esfuerzo humano, desde antiguos templos que reflejan tradiciones espirituales eternas hasta plazas reales que hacen eco del esplendor de los reinados dinásticos. Cada sitio, ya sea el sereno Stupa de Boudhanath con sus omnipresentes ojos de Buda o la bulliciosa Plaza Kathmandu Durbar viva con la vida local, cuenta una historia de la intrincada trama de la coexistencia budista e hindú de Nepal. Además, las espléndidas arquitecturas, las exquisitas tallas en madera y piedra, y la aura intangible de reverencia hacen de este recorrido una inmersión sin igual en el corazón del legado cultural e histórico de Nepal. El hecho de que todos estos hitos hayan obtenido el estatus de Patrimonio Mundial de la UNESCO habla de su importancia global.